En esta unidad introduciremos los acordes de tríada en primera inversión. Aunque las reglas de conducción de voces son las mismas que ya conocemos, explicaremos las formas más eficaces de enlazarlos repasando a la vez los enlaces más problemáticos.

A continuación introduciremos el VII grado, acorde que encuentra en la 1ª inversión su forma más eficiente y practicada históricamente. En la Unidad 8 explicaremos cómo emplear estos acordes.

Cifrado barroco de los acordes de tríada en 1ª inversión

Cuando un acorde de tríada está en 1ª inversión, ninguna nota forma una 5ª con el bajo. Ahora los intervalos que se forman desde el bajo son una 3ª y una 6ª. Por esta razón la 1ª inversión se cifra con un 6 y estos acordes se denominan acordes de sexta.

Fíjate que al colocar una 6ª sobre el bajo, éste deja de ser la fundamental del acorde.

Disposiciones del acorde de sexta

Si en el estado fundamental la duplicación de la fundamental es con diferencia la disposición más ventajosa, en la 1ª inversión, en cambio, cualquier duplicación (de la fundamental, la tercer o la quinta) puede resultar la más adecuada según las circunstancias.

A efectos de enlace, los músicos barrocos distinguieron dos disposiciones pianísticas básicas, que podremos extrapolar después a la escritura coral:

• Disposición cerrada (simple). Es la disposición en la que las la mano derecha toca el acorde completo, por lo que la nota duplicada es el bajo (la 3ª del acorde).
• Disposición abierta (doublez). Es la disposición en la que la mano derecha evita la duplicación del bajo, duplicando en su lugar cualquier otra nota. Resulta de ello una disposición característica en la que la mano derecha se abre (si no se producen unísonos) una octava exacta.

Enlace del acorde de sexta

1) Enlace de acordes de sexta con acordes en estado fundamental

El enlace de los acordes de sexta con acordes en estado fundamental (o viceversa) no plantea demasiados problemas. En general, la disposición abierta genera defectos con menos frecuencia que la cerrada. La disposición cerrada tampoco suele plantear problemas si realizamos los enlaces empleando el movimiento contrario, pero puede generar octavas paralelas si mantenemos notas comunes.

2) Enlace de dos acordes de sexta

Al enlazar dos acordes en primera inversión entre sí, las dos soluciones más naturales consisten en:

• Alternar la disposición abierta con la cerrada o viceversa.
• Utilizar la disposición cerrada enlazándola por movimiento contrario.

Si el número de acordes de sexta consecutivos rebasa el número de tres, podemos hacer uso de la técnica utilizada por los músicos barrocos conocida como serie de sextas. La serie de sextas consistente en limitar el número de voces a tres silenciando una de ellas, de tal modo que las dos que quedan se muevan formando 4^as entre sí.

Los acordes VII⁶ y V⁶

Las funciones VII⁶ y V⁶ contienen la sensible, y debido a ello es necesario guardar algunas precauciones adicionales, debido a la norma que establece que la sensible debe resolver en la tónica, y no puede duplicarse.

1) El enlace del acorde VII⁶

Al enlazar este acorde debemos evitar la disposición abierta que duplica la fundamental, pues con ella estaríamos duplicando la sensible. Debemos asegurarnos de resolver la sensible en la tónica.

Al realizar el enlace I-VII⁶, a menudo es inevitable la formación de quintas paralelas. Estas quintas paralelas se admiten en la armonía clásica porque cumplen dos condiciones:

• La segunda quinta del movimiento paralelo es disminuida.
• Las quintas paralelas no se producen entre las voces extremas (soprano y bajo).

[Las quintas paralelas producidas en sentido contrario (VII⁶-I) no se consideran correctas]

2) El enlace del acorde V⁶

En este acorde no es posible emplear la disposición cerrada, pues con ella la sensible quedaría duplicada. Debemos emplear, por tanto, cualquiera de las dos disposiciones abiertas. Debemos tener en cuenta que en este acorde el bajo es la sensible, y que debe resolver en la tónica. Podemos no resolver la sensible en la tónica si la sensible forma parte de una línea de bajo descendente por grados conjuntos.

Apéndice: Peculiaridades del VII grado

El VII grado (acorde disminuido sobre la sensible) es una de las pocas funciones que se han usado preferentemente en primera inversión y no en estado fundamental. Ello se debe a que la primera inversión disimula la pobre sonoridad del acorde de tríada disminuida en estado fundamental.

Aparte de este motivo, existe otra razón que explica la marginación del VII grado en estado fundamental: La teoría armónica clásica considera disonantes los intervalos de tritono (5ª disminuida o 4ª aumentada) formados con el bajo. En estos casos, la disonancia (la quinta del acorde) es una nota de resolución obligada y no puede duplicarse. Este factor, unido a que la sensible es también nota de resolución obligada reduce enormemente las posibilidades de enlace de este acorde. Esta situación se produce en el estado fundamental y en la 2ª inversión del VII grado, estados en los que el intervalo de tritono se forma con el bajo.

Sin embargo, en la 1ª inversión, el tritono se produce entre dos voces superiores (no con el bajo), de modo que la quinta no se considera ya disonante, y por ello se puede duplicar y resolver libremente, permitiendo así a este acorde enlazar de forma más variada y flexible.

Como veremos en unidades posteriores, los acordes VII⁵ (estado fundamental) y VII⁺⁴ (2ª inversión) suelen ser remplazados en la práctica por estos otros acordes:

• Acorde VII⁵ (VII en estado fudamental). Por el V⁶ (1ª inversión), el VII⁷ (con séptima disminuida) o el VII⁷ (con séptima menor).
• Acorde VII⁺⁴ (VII en 2ª inversión). Por el V⁺⁴ (V con séptima en 2ª inversión) o el VII⁺⁴₃ (VII con séptima en 2ª inversión).

Materiales adicionales

Los ejemplos musicales de esta página incorporan acordes en primera inversión en sus usos más frecuentes, tal como los veremos en la Unidad 8. Estos acordes aparecen combinados con los acordes de triada en estado fundamental (y acordes de cuarta) que ya conocemos.