Anton Bruckner es uno de los más grandes compositores de sinfonías de todos los tiempos. Sus obras exhiben enormes proporciones y evocan la trascendencia de los dramas musicales de su admirado R W.

Análisis

El breve coral de trombones (tubas y cuerda) que abre este místico Adagio bruckneriano utiliza un acorde de sexta aumentada en función de vii/V en una disposición inusual, en la que la tónica permanece en el bajo.

La conducción descendente del bajo introduce la dominante de la submediante (resolución excepcional del V en el V/VI) para cerrar la frase con una semicadencia VI-IV-V.

Wilhelm Furtwängler, un director colosal para esta música, con inquietantes y sugerentes imágenes de un film de István Szabó.