Duración: 5 (x2) compases 4/4.
Cambios: 4.
Dificultad: Nivel 2.
Richard Strauss ha sido considerado el último gran exponente del sinfonismo (post) romántico y del drama musical. A mitad de su carrera escandalizó a la sociedad poniendo música a Salomé de Oscar Wilde,un texto considerado inmoral al que revistió con una paleta armónica orquestal sensual, violenta y vanguardista.
Análisis
El punto culminante del primer monólogo de Elektra hace reaparecer de forma marmórea el breve motivo musical que representa a su padre Agamenón (una nota repetida insistentemente en distintas octavas), que parece abrirse camino por entre las tumbas ante la imperiosa llamada de su vengativa hija.
Esta nota (Do) es armonizada de forma muy eficaz mediante los tres acordes de tríada menores que la contienen: Do (I), Fa (IV) y La (VI). El acorde de La supone un intercambio modal con el homónimo mayor. Esta simple nota de color (aparte de la brutal orquestación) otorga un carácter terrorífico y amenazador a este momento.
Rememorar el asesinato de un padre no es nunca plato de buen gusto. Pero sí lo es rememorar a la legendaria Leonie Rysanek en un no menos memorable film de Götz Friedrich.
¡Genial! He leído que Friedrich filmó también otras óperas, como Salomé, así que voy a buscarlas.
Bueno, la versión de Salomé ha envejecido bastante peor que la Elektra.