Duración: 14 compases 3/4.
Cambios: 14.
Dificultad: Nivel 2.
Robert Schumann es uno de los compositores cruciales del Romanticismo alemán, y aquél en el que se cruzaron los caminos de las corrientes «modernista» y «clasicista». Es considerado -junto con Schubert- el más destacado liederista del Romanticismo.
Análisis
Esta melodía de origen popular está armonizada de forma muy original mediante el empleo de relaciones plagales -o de cuarta descendente-, una relación armónica considerada «débil», pero de un original colorido.
Tras los dos primeros versos (cc.1-4) -en sí mismos una relación de cuarta descendente I-V-, se inicia una progresión de relaciones plagales que cubre Em-Bm (I-Vm), G-D (III-V/III), C-G (VI-III) y Am-Em (IV-I). Los dos pasos centrales inducen una flexión al relativo mayor (cc.7-10). El tercero de ellos, a su vez, está introducido mediante una elegante dominante secundaria con quinta aumentada (G7(#5)).
La frase se cierra con una cadencia perfecta con sexta y cuarta cadencial.
La melodía -de origen folclórico- fue reutilizada en la única ópera del compositor: Genoveva de 1850.
Es tan bello, que se le queda a uno el corazón encogido.