Robert Schumann es uno de los compositores cruciales del Romanticismo alemán, y aquél en el que se cruzaron los caminos de las corrientes «modernista» y «clasicista». Su última década de vida creativa se consagró al restablecimiento de las formas clásicas (como la música de cámara, de la que es ejemplo este Quinteto) dotándolas de la mezcla de poesía, espontaneidad y hermetismo que son su sello particular.

Análisis

Este periodo binario consta de dos semifrases que cadencian en la tonalidad principal (Fa# menor) y su relativo mayor (La), respectivamente. El arranque de ambas utiliza las tres primeras funciones de la progresión del Canon de Pachelbel (I-V-VI), pero en modo menor, hecho que confiere (junto a la séptima del VI grado y la delicada conducción de voces) una sonoridad renovada.

En la primera semifrase, el VI enlaza con el IV grado para resolver en una cadencia perfecta (V-I) con sexta y cuarta cadencial.

El la segunda semifrase, el IV grado (Bm) enlaza ahora como II de La mayor para realizar una cadencia perfecta con dominante secundaria (V/V-V-I).

Esta música es tan sublime y delicada que cualquier contratiempo (y aquí hay unos cuantos) se convierte instantáneamente en una profanación intolerable.