Antonín Dvořák – Danza eslava op.72 nº2 (1886)

Tonalidad: Mi menor.
Duración: 8 compases 3/4.
Cambios: 8.
Dificultad: Nivel 4.


Antonín Dvořák es el compositor checo más destacado del siglo XIX. Su estilo concilia el formalismo germánico con algunos rasgos idiosincráticos del folclore bohemio.

Análisis

Las Danzas eslavas trasladan al formato orquestal ritmos y melodías procedentes de las ciudades y aldeas checas. Esta danza utiliza un bajo que asciende desde el I al V grado para resolver en el VI mediante una cadencia rota. Los cuatro primeros compases están basados en el tradicional puente de sextas (I-VII6-I6-II6), con la salvedad de que el VII6 es remplazado por el más moderno V+6 (2ª inversión del acorde de séptima de dominante).

El V es accedido por movimiento cromático del bajo (La-La#) mediante una dominante secundaria (V/V-V). El V es amplificado mediante un acorde de sexta y cuarta cadencial.

Esta preciosa obra interpretada por José Serebrier.

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