John Williams es quizá el compositor de bandas sonoras más influyente del último cuarto del siglo XX. Fue el artífice del renacimiento de las bandas sonoras sinfónicas en los años 1970, en especial con títulos como La Guerra de las Galaxias (1977) y Superman (1978). Desde entonces no hubo blockbuster de aventuras que no contara con su música: Indiana Jones (1981), E.T. (1982), Parque Jurásico (1993), Harry Potter (2001), y otros géneros como La lista de Schindler (1993) o Memorias de una geisha (2005). Ha compuesto la música de más de cien películas, además de música de concierto y para televisión.

Análisis

Este original tema se inicia con una textura arpegiada que dibuja cuatro acordes perfectos que guardan relaciones tonales muy lejanas entre sí, según un tipo de armonía «multitónica» (en la que cada acorde suena como tónica de su propia tonalidad).

Los cuatro acordes forman una progresión de fundamentales en dos pasos: D♭-F♭ (3ª menor) y C♭-E?=D (3ª menor), de modo que F♭ puede percibirse como IV de C♭.

D♭ y F♭m guardan una relación de mediante cromática remota (ninguna nota en común), de tipo I-III♭m. Mientras, C♭-E?, guardan una relación de mediante cromática lejana (una nota en común (el Sol♭).

Un recuerdo imborrable para los de mi generación.